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Como quiera que sea, y pese a las distintas interpretaciones que tiene la celebración de le Pascua; este suceso continúa conmoviendo al mundo entero, creyentes o ateos. Porque más allá de lo sagrado o profano, la Pascua es una maravillosa conjunción de ritos, cultura, creencias y leyendas del imaginario y de la realidad.
De todas las tradiciones sin duda la de obsequiar huevos de Pascua es la más arraigada, ya que el huevo, al romperse, da lugar a que surja una nueva vida. En ese sentido, es una alusión a la vida que se manifiesta en Cristo, cuando al vencer la muerte, sale del sepulcro y nos da una vida nueva.
Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento.
En la India y en países semitas de la región oriental, el huevo ha representado el germen primitivo, escondido en el agua.
En la cosmogonía védica se cree que las aguas originarias se elevaron y dieron origen a un huevo de oro, del cual salió el creador del mundo.
El huevo adquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio.
Durante la Edad Media, en Semana Santa, era común que los censos feudales se pagaran con huevos. Y se estipulaba que el día de pago fuese el domingo de Pascua.
En Francia, por ejemplo, los estudiantes organizaban la "Procesión de los Huevos". Se reunían en parques y plazas y de allí partían hasta la iglesia principal. Durante el trayecto, golpeaban las puertas de las casas, para que cada familia les regalara huevos, que posteriormente serían bendecidos por un Cura párroco.
En esa época renacía el espíritu festivo. De las iglesias colgaban cientos de banderas y panderetas. Y cada joven llevaba colgado de su cuello, un cesto de mimbre lleno de huevos. Los más adinerados se hacían acompañar por jóvenes pajes, vestidos con telas multicolores de razo o de seda. La mayor parte de la colecta se destinaba para los hospitales de leprosos, o para los indigentes.
Los huevos de pascua en la antigüedad eran de gallina y de pato, y en la Edad Media les eran regalados a los chicos durante las celebraciones. Al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarsehuevos durante la Semana Santa con regalos y al principio el siglo 19, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro.
Durante mucho tiempo, estuvo prohibido comer en Cuaresma; no solo carne, sino también huevos. Por eso, el día de Pascua, la gente corría a bendecir grandes cantidades de ellos, para comerlos en familia y distribuirlos como regalo, a vecinos y amigos.




El Conejo de Pascua no es un invento moderno.Es un personaje mítico infantil perteneciente a las culturas germánicas y posteriormente a las anglosajonas.

Aunque sus orígenes no están muy definidos, se supone que la elección del conejo se debe a su conocida capacidad de procreación, de gran valor simbólico en unas fiestas dedicadas a la fertilidad de la tierra tras el invierno.

Su uso se remonta a pueblos antiguos del norte europeo que veían en la liebre un símbolo: las fuertes patas traseras de la liebre le permiten moverse siempre hacia arriba con facilidad, mientras que sus débiles patas delanteras le dificultan el descenso.

Existen distintas leyendas que tratan de explicar el origen del conejo de Pascuas ,una de ellas relata que cuando en los meses de abril o mayo (época en la que ciertos gansos del norte ponen huevos) unos niños entraron en un granero y vieron salir corriendo de él un conejo; al encontrar en el interior un huevo, concluyeron que había sido el conejo el que lo había puesto.

En la tradición cristiana se transmite otro relato. Un conejo estuvo encerrado en el sepulcro junto a Jesús y presenció su resurrección; al salir de la cueva junto con Jesús, fue el mensajero que comunicó a todos la buena nueva, regalando huevos pintados.


Según Eileen Yaeger,el conejo, como símbolo de Pascua, parece tener sus orígenes en Alemania donde es mencionado por primera vez en unos textos del siglo XVI. Los primeros conejos comestibles se fabricaron en Alemania en el sigloXIX de pastelería y azúcar.

El conejo de Pascua fue introducido en EE.UU. por los inmigrantes alemanes que llegaron alPennsylvania Dutch Country durante el siglo XVIII. La llegada del "Oschter Haws" se consideraba uno de los grandes placeres de la infancia, equivalente a una visita de Papá Noel en Noche Buena. Los niños creían que si se portaban bien, el "Oschter Haws" pondría huevos de colores.

Los niños construían nidos en lugares apartados o escondidos de la casa, el granero o el jardín para que pusiera sus huevos el conejito. Más tarde empezaría la tradición de construir elaboradas cestas para poner los huevos.

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